Siempre me ha gustado hacer monederos, me encantan… son muy útiles, uno en cada bolso, otro en la mochila de Román del cole por si hay que pagar alguna excursión, otro en la mochila de la piscina para la monedita del casillero de la ropa, otro para… Y así podría seguir hasta el infinito o hasta llenar mi casa de monederos, suelo regalarlos, mi hermanísima ya ha tenido cuatro por lo menos 🙂
El clásico es el redondo, este es el modelo que siempre he hecho y es el más fácil, se teje en redondo, se le pone una cremallera y listo.
El de los abalorios ya lo conocéis, fue una de las primeras entradas
El tercero, el beis y rosa es de mi hermana, tanto el redondo como el bicolor fueron para ella, el cierre es de boquilla y le puse un forro de una camiseta, el mismo forro de aquel bolso vaquero que hice, ¿os acordáis?
Este otro monedero tiene un galón y una cinta también en crochet, lo hice para llevarlo en la mochila de Román, cuando iba a la guarde, llevaba ahí el dinero de las excursiones y demás cositas que hacían extra. Como veis, este lleva una recomendación y es el libro de Somoza Clara y la penumbra, lo cierto es que casi cualquier libro de Somoza es recomendable -por ejemplo, La caverna de las ideas, mi favorito-. Si os fijáis también lleva abalorios.
Y, por último, os enseño el que me he hecho este verano, es con el que voy ahora, es a dos hilos -uno morado y otro amarillo mezclado con hilo plateado-, no sé si se aprecia bien, se hace en redondo y se teje un volante exterior por cada vuelta, es igual por delante que por detrás.
Pues esta es una buena muestra de los monederos que se pueden hacer con crochet, hay millones de formas y colores, solo hay que usar un poquito la imaginació… Pero sobre todo y como diría un cocinero… «Hazlos con muuuuuuucho cariño».
SALUDITOS!!!!